¿Conocías el «Turismo comunitario»?

¿Conocías el «Turismo comunitario»?

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Foto: Red de Turismo Comunitario Facebook

¿Sabías que hoy es posible alojarse y compartir unos días con comunidades originarias? Son de esos viajes de los que no te olvidas más y de esas experiencias que te transforman la vida.

Hoy que todo en materia turística se parece demasiado y a menudo uno –como  viajero-tiene la sensación que estar asistiendo a un “show” especialmente armado para sorprender  a los turistas, una nueva manera de hacer las cosas gana terreno: se llama “turismo comunitario” (algunos también lo llaman “turismo comunitario rural”) y consiste en algo tan movilizador como compartir la vida con la gente que vive en el lugar que vamos a conocer.

Dato a tener en cuenta: este turismo tan particular (sin hoteles de mil estrellas, sin espectáculos, sin entretenimientos creados pura y exclusivamente para divertir a los visitantes) pide un tipo viajero igual de especial. Interesado por la cultura, dispuesto a compartir con extraños sus comidas y su casa, dispuesto a sacrificar comodidad a cambio de autenticidad. El resultado es una experiencia siempre inolvidable.

¿Cómo accedemos a ella? Hoy en Argentina existe una Red Argentina de Turismo Rural Comunitario que ofrece opciones para todos los gustos (Facebook.com/turismocomunitarioargentina) y que nuclea a su vez a otros grupos de prestadores de alojamiento, servicios y productos que no son otros que los mismos vecinos de cada comunidad. Ellos han visto en esta alternativa del turismo comunitario la posibilidad de mejorar sus ingresos sin tener por eso que transformar dramáticamente su forma de vida. Pueden, por ejemplo, seguir criando cabras y tejiendo, haciendo alfarería y horneando pan  y-de paso- recibir cada tanto a algunos visitantes en la casa familiar. Y si el visitante quiere “prenderse” en las actividades, es bienvenido.

Salta, más linda que nunca

La Red de Turismo Campesino de los Valles Calchaquíes, en Salta, reúne a varias comunidades en las que los vecinos se han organizado para recibir a viajeros ansiosos por conversar con ellos, ser testigos de sus vidas y compartir muchos momentos juntos. “Nuestra propuesta de turismo es vivencial y rural, por lo que todas las actividades que le ofrecemos realizar y compartir son de bajo riesgo. Realizamos caminatas cortas, paseos a caballo por las fincas pero NO ofrecemos trekking, ni cabalgatas ni actividades que generen riesgos. Todos los circuitos que ofrecemos en nuestras comunidades, se realizan en compañía de guías de nuestra cooperativa”, detallan en su página institucional, turismocampesino.org

 

Jujuy auténtico

Turismo comunitario en Ocumazo, Jujuy

Tierra de paisajes conmovedores pero también de tradiciones, de música y de artesanías, Jujuy es otra de las provincias que se ha sumado a esta propuesta del turismo comunitario. Y es que lo tiene todo para hacerlo: pueblitos preciosos, gente hospitalaria y mucha cultura para mostrar. En Hornaditas, a 124 km de la capital provincial, la familia de Clara y Hector Lamas abre sus casas para recibir a los viajeros y amasar con ellos el pan, preparar queso de cabra, recorrer los sitios arqueológicos de la zona y disfrutar de la vida sin apuro y sin relojes. Para que la experiencia se pueda disfrutar entre amigos y familiares, lanzaron incluso una promoción: Cumpleañero en el norte. Incluye un descuento para los acompañantes del agasajado, que no paga su estadía en el día de su cumpleaños. Podés saber más mirando la página de Hornaditas en Facebook  (Facebook.com/ClarayHectorLamas/ ) en la que además vas a poder notar algo muy típico del turismo comunitario: la relación de amistad que suele crearse entre los viajeros y las familias anfitrionas. Es ir una vez, y volver muchas más.

 

Viaje a la Tierra Sin Mal

También Misiones se suma a esta movida y en la zona de Puerto Iguazú existen unas 600 hectáreas en donde varias comunidades mbyá guaraní ofrecen recorrer su territorio, disfrutar de una caminata inolvidable en medio de plantas increíbles y cantos de pájaros, guiados por los mismos habitantes del lugar. Por eso mismo esta propuesta (Yryapú, que es el nombre guaraní para el ruido del agua) se autodefine como “turismo guaraní” y se enmarca dentro de la misma idea de turismo vivencial (nada de hoteles, programas rígidos ni botones: sólo gente real es sus lugares verdaderos).

¿Qué se puede hacer allí? Desde conversar con los vecinos hasta recorrer los diferentes senderos de la zona, con distinta exigencia y duración.  Se trata además de recorridos en medio de los cuales los guías –hombres y mujeres de la comunidad- aportan nociones sobre fauna y flora del lugar, además de explicar las antiguas técnicas de caza. La caminata Palo Rosa, por ejemplo, toma sólo una hora y media e incluye explicaciones sobre las hierbas medicinales presentes en la zona,  una visita a las chacras y los distintos artesanos del lugar. Hay paseos más extensos pero esos se hacen con reserva previa. ¿Más data? En su página, Facebook.com/YryapuTurismoComunitarioMbyaguaranienIguazu/

 

¿Sabías que…

El turismo comunitario puede disfrutarse en cada rincón del país, y no sólo en el norte o en la Mesopotamia? En la Patagonia hay varias localidades que ofrecen la misma clase de atención personalizada y familiar. Otro tanto sucede en Córdoba y en Cuyo, por ejemplo. Se estima que en el país hay 71 localidades trabajando en el tema, la mayoría de ellas en cooperación con el INTA local.

 

 

 

 

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