De norte a sur, de este a oeste: escapadas para Semana Santa

Podés alquilar alguna cabaña o reservar en alguna posada de la amplia oferta que se distribuye en las islas. Allí se disfruta de la naturaleza, caminatas, paseos en lancha, visitas a los museos temáticos. Está cerca de Buenos Aires y podés ir en auto hasta la estación de Tigre y luego tomar una lancha colectivo. También podés ir en tren hasta allí. Una recomendación: llevá algún libro de Haroldo Conti, si es Sudeste, mejor, y visitá el Museo que recuerda el paso del escritor por el lugar.

El otoño viste a la provincia de una tonalidad mágica. Podés viajar en familia y aprovechar las caminatas y la belleza de la ciudad y además organizar algún recorrido por las clásicas bodegas mendocinas. Otra opción: a 120 kilómetros de ahí están los Bosques Teltec, una reserva natural que resguarda una amplia variedad de pájaros.

La Feria de Pescadores Artesanales que se da en estos días promete delicias. A eso se le suma el entorno natural, las playas a las que se puede ir a disfrutar aunque no te metas al agua, y los recorridos por la zona. Un día y medio se lo podés destinar a la Península de Valdés para conocer su flora y su fauna. Entre ambos puntos, se despliega lo que llaman una ruta gastronómica (Estancias- Puerto Pirámides y Puerto Madryn). También hay buenas opciones para hacer buceo.

Si te toca un clima cálido, tenés la playita. El puerto para degustar los pescados más ricos y toda la vida de ciudad por si sos de los que no quieren demasiado silencio.

La naturaleza, obvio. Ideal para ir con niños y dejarlos que disfruten mientras vos relajás. Hay también una capilla de 1784 que podés visitar si te gusta la historia. El Cerro Vía Crucis para agregar algo de aventura y la promesa de platos que muestran el rastro de la inmigración y que recomiendan con énfasis los amantes de esta zona cordobesa: cabrito a la llama, asado con cuero, truchas rellenas con hierbas aromáticas y tortas alemanas.