Viaje al corazón de una tradición cervecera

Viaje al corazón de una tradición cervecera

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La Cervecería Santa Fe es un clásico en la ciudad de la que toma nombre y ofrece un recorrido entretenido e interesante. Un modo de viajar a la cuna de la cerveza, ver por qué aquí se dan condiciones únicas para realizarla y disfrutar, además, de su frescura en su patio cervecero

¿Vamos?

Ahora las cervezas artesanales se multiplican en todos los rincones del país pero a comienzos del siglo XX había una ciudad que tenía los mejores patios cerveceros de Argentina: Santa Fe.  Tomar cerveza mucho más que poner el líquido en un vaso. El liso santafesino forma parte de la identidad de esta ciudad y en este paso podés conocer sus secretos. Si visitás la ciudad de Santa Fe esta es una parada obligatoria y sumamente disfrutable.

Ya hemos hablado de él. Los lisos son tradición. No es destapar y tomar. Ellos reúnen otras características. En la fábrica explican: «Los lisos eran “tirados” por verdaderos maestros en la tarea con la correcta presión del gas, el frío adecuado y sin descuidar la altura y consistencia del “cuello”«.

¿Con qué nos encontraremos en este recorrido? Con una planta de elaboración que fue renovada en 2005 y que se convirtió así en una de las más modernas de Sudamérica ¿Sabés cuánto producen por día en este lugar? Un millón de litros de cerveza.En el recorrido te vas a enterar de todo el proceso, vas a ver cómo es el circuito de producción, de envasado; todo el camino hasta llegar a la lata o la botella. Si sos de esos curiosos que siempre se preguntan cómo funcionan las cosas, acá vas a estar de parabienes. Si te interesa conocer qué es lo que consumís cuando tomás una cerveza fresca, también.

Y si lo que te gusta es la historia, acá te vas a encontrar con un pequeño museo super bien instalado, que cuenta la génesis del lugar y de una tradición. Ese origen que se marca en el año 1907, cuando Otto Schneider , maestro cervecero alemán, llega a estas tierras para trabajar en eso que era su especialidad. La fábrica, que inicialmente estaba en la colonia San Carlos, creció y creció hasta ser trasladada años después a Santa Fe.  Schneider  estaba extasiado. Los valores químicos del agua que utilizaban  – y utilizan- en esta región se asemejaban a los requeridos para la cerveza Pilsen, que es checa. Ese fue un punto a favor para su rápida aceptación entre el público. En este paseo vas a saber más sobre esto, vas a ver viejos cajones de cerveza, una antigua camioneta de reparto, trajes que usaban antes los obreros, las publicidades de todos los tiempos, y todo con una moderna propuesta de guión curatorial.

Tiempos de antes Foto: cervezasantafe.com.ar

Y para el final -no podía ser de otra manera-: el liso se hace presente en tu paladar. Ya sabés su historia, su proceso de producción y sus particularidades, es hora de entrar en acción. Frente a la fábrica hay un coqueto patio cervecero que es la delicia de todos y es un clásico de las salidas santafesinas. Es hora de disfrutar y ponerle un broche de oro al recorrido. Un detalle: hay un cartel que cuenta los lisos servidos. Seguramente no estará igual después de tu paso por ahí.

A tener en cuenta:

Conviene ir media hora antes si querés hacer el recorrido porque es con cupo limitado. Podés llamar al¨ 0342 4502237 / 4502201 / 156123666, si tenés dudas. La fábrica está en Calchines 1401, Ciudad de Santa Fe.

Los días: de martes a sábado, a las 16.

Y si hablamos de historia y de Santa Fe, te invitamos a leer esta nota sobre Cayastá. Una opción más si visitás la provincia:

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