
Es una mañana perfecta, sí: despejada, sin viento, puro sol. El mar brilla, la playa está tranquila y limpia. Estamos en Las Gaviotas, entre Mar de las Pampas y Mar Azul.
El verano tiene mucho para darnos todavía y hoy te traemos estas postales, para que disfrutes un poco de estas playas amplias y de este viento que llega para prometernos muchos viajes más.
Es un pueblo pequeño entre el mar, el bosque, los médanos, ideal para descansar, hacer caminatas, y a la vez bien cerca de Villa Gesell por si te surge la necesidad de una dosis más urbana.
Abundan las gaviotas, obvio, y el clásico es observarlas al atardecer en la cosa. También amamos los restaurantes de cara al mar y la belleza despojada y elegante del lugar. Un destino para tener en cuenta si te gusta la playa.