Turismo en pueblos deshabitados (o casi)

Turismo en pueblos deshabitados (o casi)

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En el mundo crece el turismo de pueblos fantasma y sitios abandonados. En Argentina, hay muchas localidades con pocos habitantes pero con un pasado digno de ser conocido.

Uno, dos, tres….Y así hasta contar ochocientos pueblos que, según los últimos datos oficiales, pierden habitantes de censo en censo.  La estadística habla entonces de “crecimiento negativo”, pero en  los pueblos se habla directamente de “desaparición”.

El caso más emblemático de pueblo deshabitado es la Villa Epecuén, en la provincia de Buenos Aires. Por años, gracias a las propiedades de las aguas de su laguna, fue un  centro termal de primera línea. Se llegó a comparar la calidad de sus aguas con las del Mar Muerto. Recibía a miles de turistas cada año. Hubo hoteles de lujo, bares y todo un mundo armado en torno de las termas. Pero el 10 de noviembre de 1985, luego de unas lluvias intensas que desbordaron  el sistema de las Lagunas Encadenadas,  el pueblo fue devorado por las aguas.

 

Epecuén

De los más de mil habitantes permanentes, algunos salvaron unas pocas cosas y otros debieron aventurarse en botes a pescar lo que pudieran luego del naufragio. ¡Si hasta los ataúdes del cementerio salieron “a  pasear”! Después, con los años, todo se secó. Y emergió  una ciudad fantasmagórica, llena de árboles blanquecinos, casas derruidas y un aire de cementerio sobrevolándolo todo.  Hoy llegan hasta ahi hoy curiosos, aficionados a la visita de pueblos extintos y también fotógrafos profesionales, a retratar algo tan insólito como una cama herrumbrada al pie de un árbol.

¿Cómo llegar? Simple: hay que tomar un colectivo hasta Cahué, la ciudad más cercana (queda a 12 km de la Villa Epecuén) y cabecera del partido de Adolfo Alsina, a 570 km de la Capital Federal. Son cerca de ocho horas de viaje en colectivo, hay que hacer combinación en Bolívar o en Pigué y el costo del  pasaje arranca desde los % 735, dependiendo de la empresa.

San Mauricio

A San Mauricio, en cambio, no se lo llevó el agua (aunque también se inundó en 2001) sino el tiempo y una serie de decisiones tomadas lejos del pueblo. Siempre compitió con otra ciudad, América, por ser cabecera del partido. Y ganó América, llevándose así los fondos, la influencia, el futuro.  Resultado: San Mauricio, alguna vez próspero y animado, se fue vaciando primero y secando, después. Hoy en San Mauricio, casi en el límite con La Pampa, queda una iglesia que estremece por su tamaño y su desolación. También puede verse la casa del fundador, el italiano Mauricio Duva, de más de cuatrocientos metros cuadrados,  decorada con mármol de Carrara y ya un fantasma de sí misma.

¿Cómo llegar? Hay que ir hasta América, a 528 km de Capital y desde ahí son 21 kilómetros más hasta llegar a lo que queda de San Mauricio: unos rosales, una iglesia semiderruída, demasiados recuerdos. Dato a tener en cuenta: no hay caminos ni trasporte público así que toda la “movida” debe resolverse en América y antes de salir. Pero el viaje vale la pena.

La Carolina, a 80 kilómetros de la capital de San Luis, en el Valle de Pancanta y al pie del cerro Tomolasta, es otro lugar impactante. Fundada a fines del siglo XVIII y bautizada así en honor al rey español Carlos III, La Carolina hoy es la niña mimada de una nueva opción de turismo en las sierras: el turismo minero. En efecto, por varios siglos funcionó allí una mina de oro llamada Buena  Esperanza que acaba de ser nreacondicionada y reabierta para el turismo.

La Carolina

La única condición para animarse a la aventura es no ser claustrofóbico porque dentro de la mina la oscuridad manda, el aire no abunda y el agua roza los pies. ¿Viste como en las películas de mineros? Bueno, lo mismo. Con una ventaja: aquí vas a tener un guía para orientarte (no se puede entrar solos) y en un rato vas a estar en el pueblo disfrutado del aire y de una rica comida. En el pueblo hay un hospedaje muy cómodo para los que se quieran quedar ahí.

¿Cómo llegar? Pasaje hasta San Luis capital (son casi 14 horas de viaje y el boleto arranca desde los $1200) y, una vez ahí, recorrer 80 km más por la ruta provincial 9.

Ordoqui, en Buenos Aires,  en el partido de Carlos Casares (está a sólo 42 km de esta ciudad) fue alguna vez un polo lechero, con siete establecimientos que le daban trabajo a todos. Pero tras una crisis en el sector y las empresas comenzaron a cerrar, fue el final: de a poco, todos se fueron yendo. El golpe de gracia llegó con el cierre de la línea del ferrocarril. Hoy Ordoqui no llega a 200 habitantes. Eso sí: lo visitan viajeros y curiosos.

Ordoqui (Foto: Luciano Lullo/ Instagram)

 

¿Cómo llegar? Hay que ir hasta Carlos Casares (desde Retiro son 7 horas de viaje y los precios de los boletos arrancan desde los $ 470) y después 42 km más en un vehículo local. Si desde Capital vas en auto, tenés que tomar la Ruta Nacional 205 y viajar casi cuatro horas y media, a todo campo.

Berretta, por su parte, queda en Santa Fe y si bien alguna vez tuvo una panadería, varios almacenes, una escuela con más de cien alumnos y muchas familias viviendo en él, hoy está vacío. O casi: todavía una decena de aguerridos berreteros (así se llama a los pobladores del lugar) sigue resistiendo como puede la emigración. Si este verano andás por Rosario, estás a sólo 66 km y media hora de viaje de este pueblito.  Eso sí: llevá todo (agua, comida, protector solar) porque no hay proveeduría. O pará antes en Correa, el pueblito más cercano. Aprovechá y conocelo. Antes de que también  se vuelva recuerdo.

¿Sabías que…

En nuestro país se estima que hay unos 800 pueblitos en vías de desaparecer, y que un cuarto de ellos están en la provincia de Buenos Aires?  Ir a conocerlos y fotografiarlos es, definitivamente, un gran plan para hacer en pareja o con amigos.

 

 

 

4 Comentarios

  1. Hola a todos , estoy muy interesado en irme a vivir a algún pueblo o localidad muy pequeña. Y alejada de las grandes ciudades. Quizás Córdoba. Si alguien me puede proporcionar datos se lo agradeceré.

  2. Pueblos que nos transportan a una ARGENTINA grandiosa de tiempos pasados donde muchos hombres de sacrificio dejaron su impronta para siempre

  3. Yo vivo en Córdoba capital Argentina..y quiero mudarme a un pueblito pintoresco con pocos habitantes para vivir.. deseo comprar y radicarme allí domos dos hnas jubiladas.. pero con muchas fuerzas y ganas de emprender algo de pueden informarme estaré muy agradecida.

  4. Veo y siento mucha tristeza al ver semejantes historias y en que algun momento todo eso tenia vida, cada tanto recorro caminos rurales y me encuentro de casas y mansiones abandonadas, muy triste todo

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