Es la adaptación rosarina del sandwich de jamón y queso. Pero en ese giro, en esa vuelta de tuerca, está todo. Por eso no es sólo pan, jamón y queso, es mucho más. Ahí, en ese detalle, se forja una identidad. Vení, te contamos cuál es su historia y la receta para lograr este clásico: el Carlito.
No sólo la cuna de Lionel Messi y de la Bandera argentina. Rosario se jacta de tener otro nacimiento famoso. Para seguir su historia tenemos que irnos a 1953. Ahí tenemos a Rubén Ramírez, en Cachito, una mítica confitería rosarina de Pellegrini y Maipú. Tiene ganas de algo nuevo. Prueba: jamón, queso, pan de sándwich, manteca y … ¡ketchup! Eureka. Ahí estaba todo. El nacimiento de un mito que creció al calor del boca a boca. Carlito, sin la S, porque los rosarinos (y tantos otros en tantas otras geografías del país!) la pronuncian suave, casi imperceptible. Esto lo ha dicho él en alguna entrevista. Y todos quieren probar ese sánguche, y el tiempo pasa y su fama crece. Tanto, tanto crece que en 2014 lo declaran Patrimonio Cultural de la Ciudad. Hoy es uno de los platos clásicos para tardes de verano con una rica cerveza, por ejemplo.
¿Te animás a prepararlo?
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