¿Te bancás un viaje en modo JOMO?

¿Te bancás un viaje en modo JOMO?

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Cuando sos fan de la tecnología puede que sufras FOMO (Fear of Missing Something) o temor a perderte de algo en las redes, en criollo básico. Pero muchos viajeros disfrutan exactamente de eso y se alegran de la desconexión. Por eso hoy el JOMO (Joy of Missing Out o “alegría de perderse”) es hoy pasión de cada vez más gente. ¿Y a dónde se van para desenchufarse? ¡Mirá!

Vivimos pendientes de nuestros dispositivos. Tanto que, cuando salimos de viaje, a menudo la gran incógnita es si en nuestro destino habrá o no Wi fi, si podremos seguir o no twitteando e instagrameándolo todo desde nuestro lugar de vacaciones. Eso, dicen los que saben, responde a un estado típico de este momento, dominado por las redes sociales: el FOMO (Fear Of Missing Out o “miedo a quedarse afuera”) como lo llamó hace algunos años Judith Viudes.

La ansiedad, la mirada constante a lo que está pasando en las redes, la enorme preocupación por los “Likes” y por editar al detalle cada imagen o video subido al ciber espacio y la tensión son algunas de las características de este estado en el que vivimos más o menos todos. Pero, frente a esto, la reacción no tardó en llegar y otra autora (Christina Crook) la llamó JOMO. Estas son las siglas de Joy Of Missing Out o alegría de perderse. Traducción: la felicidad de que nadie te encuentre cuando estás de viaje, en especial tu jefe o gente a la que no querés ver. ¿Te imaginás qué maravilla?

Porque hoy vivimos en una sociedad ultra conectada en donde ese permanente estado de disponibilidad puede terminar afectando la calidad de nuestro descanso y, desde luego, hasta nuestro estado de ánimo. ¿Quién tolera realmente vivir en línea y estar sometido al bombardeo de mensajes no importa si es domingo, feriado o día de vacaciones?

Frente a esto, la industria del turismo no tardó en reaccionar y –poco a poco- los destinos denominados digital free (o libres de conexión, como si estuviéramos hablando de gluten o de cualquier otra cosa que se quiera evitar) comenzaron a multiplicarse. A partir de esto, una posada aislada en el norte de Brasil o un pueblito perdido en Sumatra dejaron de ver el aislamiento digital como un problema y lo resaltaron como un valor. Algo así como decir “si querés olvidarte del acoso de tu jefe y de vivir pendiente del feed, éste es tu lugar ideal”. Y les funcionó, claro.

Así, los destinos de “descontaminación digital” (el marketing siempre sorprende a la hora de encontrar nuevos nombres para las cosas de siempre) comenzaron a replicarse y muchos viajeros y viajeras se subieron a la tendencia de las vacaciones sin dispositivos. Algunos fueron todavía más lejos y directamente buscaron vacaciones hasta sin televisor, como sucede en algunos lodges de pesca de Chubut adonde el plan es perderse en el bosque, embarcarse en busca de truchas y no pensar en nada más.

Algo parecido a lo que sucede en el extremo norte de nuestro país. En Jujuy, para más datos, en un hotel hermosísimo llamado (cómo no) El Manantial del silencio. Ahí el programa es clarísimo: disfrutar de la excelente comida, de las llamitas que se pasean por el jardín, de los recorridos por la Puna y por Tilcara, de la luna en ese cielo enorme y de la más  absoluta de las deconexiones porque allí no hay ni siquiera televisión en los cuartos. ¡Desconexión total asegurada!

También en otros sitios del país la propuesta del digital detox suma adeptos. En Córdoba, por caso, algunas paradas en el Valle de Ongamira apuestan al descanso off line y también en Misiones –en el marco cerrado de la selva y lejos de todo- también la vida sin wi fi se disfruta y se celebra porque, después de todo, ¿quién quiere distraerse con las notificaciones cuando hay tanto pájaro y tanta marvilla ahí afuera? Así que, por si te quedaba alguna duda, sabé que hoy el turismo en modo JOMO viene en ascenso. Y según quienes se han animado a vivir la experiencia, cuando los dispositivos se apagan tu capacidad de disfrutar de los paisajes, la gente y la comida se encienden. Y es precisamente por eso que viajamos, ¿no?

¿Sabías que…

Desde que los viajes de desintoxicación digital se han vuelto más comunes, algunos estudios sobre el tema aseguran que la experiencia se vuelve más intensa e interesante, haciendo de ese viaje algo realmente inolvidable? Habrá que probarlo, sin dudas.

 

 

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