Argentina está surcada por circuitos de caminatas –o trekking- que (con grados de dificultad variable) invitan a recorrerla entera. Hay circuitos bellisimos en Patagonia, Jujuy, Córdoba y muchos lugares más. Aquí seleccionamos para vos algunos de nuestros favoritos
Caminar es tal vez la forma más placentera de sumergirse en un paisaje que no es el nuestro. De hecho, los debutantes en el senderismo siempre recuerdan cuándo y cómo fue aquella primera vez en la que (sólo armados de sombrero, zapatillas, protector solar, cantimplora y tooodas las ganas) se largaron a andar monte adentro o sierra arriba, en perfecta sintonía con la naturaleza.
Hoy, los caminantes del turismo son millones alrededor del mundo y en Argentina la “movida” del senderismo también suma más y más adeptos. Tantos, que hace ya dos años que el Ministerio de Turismo y Deporte de la Nación lanzó en la Feria Internacional de Turismo (FIT) una guía llamada Senderos de Argentina, con cinco de los más increíbles senderos de largo recorrido abiertos en nuestro país. Especialmente deslumbrante resulta la llamada Huella del Fin del Mundo, una propuesta para caminar por Tierra del Fuego y entender plenamente por qué es uno de los destinos preferidos por los visitantes del todo el planeta.
Sin embargo, las chances para lanzarse a caminar en pareja, en familia o en grupo de amigos se multiplican por cientos y en cada provincia existen recorridos para dejarse tentar. Y lo mejor de todo es que hay alternativas para todas las edades, expectativas y condiciones físicas. Hay desde paseos de media hora o una hora y media hasta verdaderas “travesías” con acampe en las sierras o en algún establecimiento de la zona, para reponer energías y seguir viaje al día siguiente.
Pero cualquiera sea –valga la insistencia- el “camino” que elijas, la maravilla siempre estará ahí, a la vuelta del recodo, esperando por vos. A veces será bajo la forma de una puesta de sol o de un amanecer como esos que sólo pueden verse caminando por los contornos de los Andes en Mendoza. Otras, la belleza se presentará bajo formas aún más fascinantes: un tapir, un oso hormiguero, un ave de esas de las que sólo escuchaste hablar en los libros y que ahora están ahí, a tu alrededor, escondidas en la espesura de un parque nacional. A veces habrá que conformarse sólo con encontrar las pisadas o escuchar los trinos. Por eso, y para que ya comiences a imaginar la caminata de tus sueños, aquí te dejamos algunas opciones.
Del jardín de la República: Tucumán, con su paisaje de selvas justo ahí adonde menos las hubiéramos esperado, ofrece un verdadero desafío para los “trekkers” (así se les dice a los amantes del trekking o senderismo): elegir con cuál de sus 16 soñados senderos quedarse. Aquí a esos senderos se les dice también “ecosendas” y desde el Ministerio de Turismo provincial se las está promocionando al máximo. No es para menos: la fauna y flora tucumanas son realmente excepcionales y para acceder a ellas no queda otra que hacer una verdadera inmersión en la selva desde la seguridad de los caminos seguros. Dependiendo entonces de la resistencia, ganas de explorar y hasta de la edad (algunos circuitos, por caso, están desaconsejados para chicos por ser muy cansadores) se puede elegir entre diversos recorridos. Los circuitos Funicular y Puerta del Cielo (ambos de no más de una hora y media de duración y con un nivel de exigencia muy bajo) permiten adentrarse en los encantos de la selva tucumano-oranense (las llamadas yungas) y apreciar todos los sonidos, perfumes y paisajes de ese mundo secreto. Para los que ya tengan entrenamiento previo y ganas de probar su temple en el terreno, se recomienda el sendero del Parque Nacional Los Alisos, que dura cinco inolvidables días avistando animales increíbles como suris y tapires en su hábitat natural. ¡A no olvidarse la cámara!
Huella Entrerriana Litoral: Es un recorrido de 60 kilómetros en total (no es necesario, claro, hacerlo completo) uniendo al paso diferentes localidades de la costa del Paraná. El detalle único de esta alternativa es que permite combinar caminata con bicicleteada, además de que la travesía concluye “a todo verde” en el Parque Nacional Pre Delta.
Caminos de Calilegua: En Jujuy, en un parque en donde se dan cita más de 270 especies de animales y comparte con la selva misionera la mayor biodiversidad, Calilegua te ofrece experiencias de senderismo tan inolvidables como el llamado Sendero Guaraní. Este es un recorrido en donde guías guaraníes hacen una caminada explicando la cosmovisión de ese pueblo originario para el que naturaleza y hombre eran una misma cosa. Por eso también la ceremonia del Yerurepe, o pedido de permiso a la selva para entrar en ella.
Perfume de peperina: Sierras, sierras y más sierras. Sierras Chicas, Grandes y Occidentales, en una sucesión de colores, alturas, perfumes y pueblitos que te van a enamorar para siempre ¿Dónde? En Córdoba ¿Un imperdible? El circuito que termina coronando el Champaquí. Eso sí: hacelo en grupo y con guías profesionales.
Huella Andina: Al oeste, casi reclinándose sobre los Andes y recorriendo de norte a sur más de 560 km de la Patagonia norte, desde el lago Aluminé, en Neuquén, hasta Trevelin, en Chubut, la Huella Andina es un sendero con peso e historia propios. En 2009, la UNESCO declaró a toda la zona que recorre como Reserva de Biósfera y para descubrir por qué nada como este camino tachonado de lagos, bosques, cumbres y arroyos cristalinos.
¿Sabías que…
Por más que luzca muy simple, caminar no es sinónimo de improvisar. Especialmente en zonas serranas o de montaña, la idea no es aventurarse solo sino en grupo y con un guía habilitado. Consultá la base prestadores habilitados en cada provincia antes de lanzarte a la aventura.
