Seguramente no es casual, porque siempre los entretenimientos de cada época tienen que ver con el clima social que se respira. Y así como alguna vez los chicos jugaron a los astronautas o a los exploradores, hoy – a comienzos del siglo XXI y con la mayoría de la población dedicada a trabajos de oficina que le demandan no menos de 8 horas diarias- la fantasía suprema es el escape. La huída.
Así las cosas, desde hace un tiempo hay una movida de entretenimiento que viene ganando adeptos y que no se suspende por lluvia. Literal: llueva o truene los lugares de escape (o “scape rooms”, como también se los llama) fueron creados para jugarlos bajo techo, entre cuatro paredes y en grupos que van por lo general de 2 a 6 participantes por sala. La propuesta, aunque con ligeras variantes, es siempre la misma: lograr resolver un enigma y salir del encierro al que están sometidos en un plazo de tiempo previsto de antemano. Es como la clásica carrera contra el tiempo…¡pero mucho más divertida, claro!
¿Quiénes pueden jugar? Todos aquellos que tengan desde 14 años y que no sufran problemas de claustrofobia, claro. No porque te encierren en un lugar pequeño (nada que ver) sino porque a los claustrofóbicos la sola idea de tener que quedarse una hora en un mismo sitio suele ser suficiente para que comiencen a hiperventilar. De todos modos, una aclaración: la mayoría de las salas de escape cuentan con un mecanismo para que pueda salir quien así lo desee. Pero, claro, ya no tendrá chances de retomar el juego y deberá esperar afuera hasta que la partida se termine.
Como la propuesta es por demás novedosa, algunos preguntan sobre el estado físico que requiere esta actividad. La buena noticia es que aunque apretar el control remoto sea lo más parecido a un deporte que hayas hecho en los últimos años, lo mismo vas a poder jugar. En los juegos de escape de lo que se trata es de inteligencia, intuición, imaginación, poder de observación y toda esa clase de habilidades que no se desarrollan en el gimnasio.
Por ejemplo: vas a tener que encontrar llaves ocultas con ayuda de pistas, resolver enigmas, descifrar mensajes y hacer toda clase de inferencias. Y lo bueno es que en esta clase de entretenimientos chicos y adultos pueden colaborar, cada quien con lo que sepa. Es una gran manera de pasar la tarde en familia o con tus amigos, por lo que las salas de escape hoy se multiplican por todo el país. Acá te presentamos algunas.
Scape Room Córdoba
En el Patio Olmos, uno de los más lindos shoppings cordobeses, esta sala de escape propone dos desafíos: en uno hay que resolver el asesinato de un banquero y la desaparición de un tesoro, mientras que en el otro (tomado del clásico juego de terror de Pigsaw) hay que escapar de un secuestro para salvar la vida. Es idea para familias y grupos de amigos adolescentes, y las salas están perfectamente recreadas como para que vos te sientas realmente metido en la trama. ¿Más data? Aquí:
http://cordobaescaperoom.com/services/saw-el-juego-del-miedo/
Rompe el molde en Buenos Aires
Tres salas con tres desafíos bien distintos: en uno, llamado Laboratorio Z, tenés que salvar a la humanidad de un ataque zombie y dar con la cura para esa “patología”; en otro hay que resolver una serie de enigmas paranormales y en el último (llamado Escape en el tiempo) hay que recuperar un objeto de una antigua civilización para (¡al más puro estilo Indiana Jones!) impedir que caiga en las manos equivocadas. Del resto te enterás aca:
https://www.salidelmolde.com.ar/salas
Escape Room Bariloche
Tres misterios a resolver en espacios bien distintos: un laboratorio científico, un refugio de montaña y un banco del que los ladrones deben fugarse con el dinero y…¡antes de que la policía los encuentre con las manos en la masa! Si andás por la Patagonia y el clima barilochense no acompaña demasiado, esta sala de escape es ideal y además lo suficientemente amplia como para –por ejemplo- recibir a dos grupos de amigos en salas contiguas como para que compitan entre sí. ¿Qué tal? Acá tenés todos los datos:
https://www.escaperoombariloche.com/es/
¿Sabías…
que embarcarse en un juego como éste no es tan caro como podrías pensar? Participar ronda los $ 200 por persona, ya que la sala por una hora cuesta cerca de $1.200 y se puede alquilar para 6? Lo que se dice, una bicoca.