¿Cómo hacen los distintos prestadores turísticos y del mundo del disfrute para mantenerse vigentes y no perder presencia en estos raros tiempos que corren? Aquí, tres casos de ingenio y éxito.
Entre medidas sanitarias que cambian casi al minuto, una economía prácticamente paralizada y una vacuna para la que todavía falta bastante tiempo para llegar a la gente, la industria del turismo enfrenta un desafío no sólo inédito sino también integral. Porque ya no se trata de cambiar un menú o renovar una propuesta sino de pensar íntegramente y desde cero cómo y por dónde seguir. Si esto fuera un juego de cartas, podríamos decir que hay que barajar y dar de nuevo, repensando en el medio todo lo que se venía haciendo hasta ahora. Con el distanciamiento social ya instalado y la necesidad de que los viajeros y las viajeras vuelvan a disfrutar de sus paseos sin temor al contagio, prestadores turísticos grandes, medianos y pequeños aceptan el desafío de la reconversión. Aquí, algunos casos para conocer e inspirarse.
Universo Vigil, mucho más que vino
Alguna vez te contamos acá sobre Chachingo, la Casa Vigil y los increíbles vinos que el enólogo Alejandro Vigil elabora de Maipú para el mundo, y por los que ya ha recibido muchísimas distinciones. Sin embargo, y como la industria del turismo internacional sigue afectada por las restricciones de la pandemia, muchos de los viajeros y viajeras que quizá pensaban darse una vueltita por Mendoza para pasar un rato en el Universo Vigil reprogramaron sus visitas. Como sabrás, este establecimiento recibe a mucha gente del exterior (brasileños, chilenos, europeos) y todo eso, con el parate de las aerolíneas quedó en veremos.
Frente a eso, y desde el 31 de agosto, Alejandro Vigil reconvirtió parte de su negocio y creó La Charcutería, un servicio de tablas de fiambres, quesos y hasta panes caseros para acompañar a sus gloriosos vinos y cervezas artesanales. El sistema es de delivery y –según declaraciones de Vigil- hay una propuesta para cada bolsillo “pero siempre, en cada rango de precios, se busca la mejor calidad”. Trabaja por eso mismo con proveedores de todo el país (Tandil, Córdoba, Mendoza) para ofrecer chacinados deliciosos, quesos de cabra y todo lo que hace a una picada memorable y desde luego mucho más accesible.
La posada se posa en la Web
La posada en casa es la propuesta digital de la famosa Posada del Qenti –un centro de salud y bienestar ubicado en las sierras de Córdoba- para que el distanciamiento social y las medidas de restricción de circulación no tengan impacto en tu salud ni en tu belleza. Para eso, han organizado desde charlas con expertos y médicos hasta recorridos virtuales por el lindísimo edificio y mucho más. Por ejemplo, ahora que la primavera ya está aquí, prepararon un especial de tragos saludables como limonada con romero y lavanda. ¡Delicia! Lo podes ver acá:
Pero, además, una de las propuestas del lugar- tradicionalmente dedicado a la pérdida de peso, el combate contra el estrés y el tratamiento del tabaquismo- es iniciar en casa, con supervisión médica y encuentros a través de Internet un programa de revitalización biológica, recibiendo los productos por correo.
Regalos a domicilies otra de las empresas vinculadas al disfrute. Su propuesta es simple: regalos originales –originalísimos- y a menudo vinculados a las experiencias. En la etapa pre pandemia esta firma te permitía regalar a quien quisieras desde un salto en paracaídas hasta un vuelo de bautismo, pasando por cenas temáticas, clases de parapente y mucho más. Ahora bien, ¿qué hacés con todo eso ahora que muchos y muchas estamos recluídos en nuestras casas tratando de esquivar un virus para el que no hay vacuna? Veamos: Big Box sigue adelante con muchos de sus regalos de viajes, sólo que ahora podés comprarlos para usarlos después pero también implementó el obsequio “a domicilio”. Es muy simple: si antes podían regalarte una cena o un desayuno, una cata de quesos o un almuerzo en algun restó de primer nivel, ahora podés disfrutar de ese presente directamente en tu casa porque la firma organizó para la pandemia un servicio a domicilio.
Pero no sólo esto, porque el menú de opciones para regalar también se amplió. Por ejemplo, hoy vía Big Box podés regalar clases de lo que se te ocurra. El producto se llama Level Up, forma parte de la experiencia ¡Toc, toc! En Casa y podés elegir entre clases de fotografía, de maquillaje, de imagen personal, de ilustración, de indumentaria consciente, de música y muchísimo más.
Como habrás podido ver, en tiempos revuelto no ganan necesariamente los pescadores sino también los peces que se animan a no dejarse vencer por las aguas turbulentas y se lanzan a crear nuevos negocios, experiencias y horizontes. Y tal vez ya vaya siendo hora de empezar a viajar con ellos, ¿no?