
A muchos seguramente ya los conocés, cuanto menos de vista. En alguna otra nota repasamos a los más clásicos puentes de Argentina, pero en esta oportunidad vamos a reparar en los otros. Esos que son célebres pero de otro modo, como el Puente del Inca, en Mendoza, o el Puente de la Mujer, en Puerto Madero. Cualquiera sea el caso, los puentes nos dan vértigo pero a la vez nos fascinan por una cantidad de razones. Por el esfuerzo que tomó construírlos, porque son verdaderos prodigios naturales o bien porque el solo hecho de que estén ahí representa la posibilidad de que personas de regiones muy distintas estén comunicadas y puedan ser parte de algo más grande y en común, los puentes siempre nos llaman la atención. Así que ahora demos una vuelta a la Argentina viajando en…¡puentes!
Puente del Inca
No lo levantó la mano del hombre sino la de Madre Natura y de ahí su maravilla: un “puente” de roca sólida sobre el río Las Cuevas y entre dos cerros: el Banderita Norte y el Banderita Sur. Desde Mendoza capital son sólo 183 kilómetros por la RN 7 hasta llegar a la localidad de Las Cuevas. La geografía del lugar es deslumbrante y variada: hay termas, río, cuevas, estalactitas formadas a lo largo de millones de años y el magnífico puente, claro, declarado Patrimonio Natural. No es para menos: con su casi media cuadra de largo, 38 metros de ancho y 8 metros de espesor, el puente parece haber sido diseñado por alguien gigante y poderoso, hace muchísimo tiempo. Pero nada que ver: fue la fuerza del agua del río Las Cuevas la que dio origen a semejante maravilla.
Puente del Diablo
Si estás en San Salvador de Jujuy y vas para la Quebrada por la Ruta 9, vas a llegar al pueblo de Tres Cruces. A miles de metros sobre el nivel del mar (son más de 3.000), vas a encontrarte con un paisaje literalmente “de otro mundo”, si tu salud y estado físico te lo permiten (vas a tener que trepar piedras y caminar bastante). En total, son más de 4 horas de marcha en dirección al cordón montañoso conocido como El espinazo del diablo pero lo que vas a encontrar valdrá la pena. Es una formación increíble a la que llaman El Puente del diablo. Eso sí: no vayas solo, da aviso antes de aventurarte y llevá refuerzos de agua, fruta y abrigo. ¿Sabías? Según cuenta la leyenda este puente (en realidad, una formación rocosa) fue levantado por el mismísimo Mandinga sólo para ganarle una apuesta a un militar y quedarse con su alma. ¿Qué tal?
Puentes colgantes de Copina
Son cinco puentes en total (aunque sólo cuatro están habilitados) que sortean arroyos y unen las localidades de Copina y El Cóndor. A través de ellos (construidos a principios del siglo XX) se buscó conectar el Valle de Punilla con el Valle de Traslasierra, en Córdoba. Antiguos y bellos, hechos en piedra, hierro y madera, lucen con esa belleza que suelen tener las cosas de otro tiempo. Se extienden a lo largo de 21 km por el mismo paisaje alguna vez recorrido por el célebre Cura Bronchero. Así que si a vos el paisaje cordobés te puede y tenés corazón de peperina, ni lo dudes: este paseo es para vos. Un detalle importante: lleva provisiones, agua y abrigo porque el clima puede variar velozmente y además en la zona no hay muchos servicios turísticos.
Puente de la Mujer

Es blanco –como todas las obras del arquitecto que lo diseñó, el español Santiago Calatrava– y deslumbra a locales y visitantes en el Dique 3 de Puerto Madero. En la particular mirada de su creador, representa a una pareja bailando tango y es un homenaje a su esposa y a sus hijas (por eso mismo se llama Puente de la Mujer). Costó seis millones de dólares y fue inaugurado cuando la Argentina se prendía fuego: el 20 de diciembre de 2001. Tiene pues 17 años y es sin dudas una de las postales obligadas de Buenos Aires para quienes llegan a conocerla. Además, si bien sus apoyos son fijos y están bien asegurados a uno y otro lado del dique, una de sus particularidades es que la parte central gira a 90 grados para dejar pasar buques y veleros. Grácil, fuerte y bello es este puente. Como las mujeres, desde luego.
¿Sabías…
Que, según cuenta una de las varias leyendas que lo rodean, el Puente del Inca fue creado por varios guerreros que unieron sus brazos para que pasara sobre ellos el hijo enfermo del monarca? Cuando el hombre volvió, ya curado, a buscarlos, los soldados se habían convertido en piedra, dando así origen al famoso puente.