Los directores de cine tienen esa mirada que hace que el paisaje se transforme, que lo que quizá veíamos como común se vuelva extraordinario. Hoy te proponemos un repaso por películas que nos agarraron de la mano y que, además de contarnos una historia, nos hicieron viajar.
Abrochate el cinturón, acomodate en la butaca ¡Arrancamos!
El viaje, de Pino Solanas
Año: 1992.
Cuenta la historia de Martín, un chico de Ushuaia que deja su ciudad y, en bicicleta, sale para buscar a su padre ausente. En el camino, se abre al mundo y el mundo se abre para él. Solanas, su director dijo sobre ella: «Viaje interior y periplo al corazón del continente».
https://www.youtube.com/watch?v=g6b4wabrm8M
Caballos salvajes, Marcelo Piñeyro
Año: 1995.
Desde Buenos Aires a la Patagonia, un recorrido agitadísimo, un escape, una road movie que quedó en el corazón de una época. Esta película cuenta la historia de un hombre mayor, José, que entra a un banco para pedir lo que le sacaron, y en el camino, para escapar a punta de pistola, se lleva a un joven. En el viaje de fuga, conocen a una chica, que se suma en un trío que recorre un largo camino.
Historias mínimas, Carlos Sorín
Año: 2002.
También en el sur, esta vez en Santa Cruz. Es una historia coral de personajes que arman sus vidas a lo largo de las rutas de esa región.
Familia Rodante, de Pablo Trapero
Año 2004.
Aquí subimos. Vamos de Buenos Aires a Misiones. Es la historia de una familia que viaja a un casamiento.
Historias Extraordinarias, de Mariano Llinás
Año: 2008
Mariano Llinás muestra localidades bonaerenses como nunca antes nadie lo hizo y a través de múltiples historias se sirve de esos paisajes para hacer una obra monumental. En el camino encuentra un socio increíble: la obra de Francisco Salamone, que aparece ahí y asombra.
