La lana de la vicuña es desde tiempos remotos un material preciado para los pueblos andinos. En Catamarca, Laguna Blanca es una Reserva de la Biósfera que tiene como principal objetivo proteger a esa especie. Todos los años, durante tres días para el mes de noviembre, los viajeros se suman a una tradición que ha recuperado en el último tiempo la manera sustentable de esquilarlas y a la vez mantener el equilibrio. Un viaje diferente ¿No? Te lo contamos.
La práctica del Chaku es una ténica sustentable que se recuperó en el 2003, tomando las enseñanzas de los pueblos originarios de la región. Se trata de capturar a las vicuñas silvestres, esquilarlas en los tiempos precisos y luego liberarlas de nuevo.
Primero se hace un ritual: la Corpachada, para pedir una jornada exitosa ( arman un montículo de piedra y los lugareños y los visitantes depositan ahí sus ofrendas a la Pachamama). Luego, empieza la acción ¿Cómo las atrapan? Cuando bajan del cerro para pastar o para tomar agua y se juntan muchas, los hombres y mujeres que participan forman un cordón humano para que ellas no se escapen y las van encerrando.
Cuando las rodearon, van avanzando con una soga con cintas. Así las arrean hasta un lugar preparado para hacer la tarea. Se las deja ahí hasta el día siguiente, cuando empiezan a hacer la esquila. Luego, se las libera.
Este año en Catamarca se hizo el 9, 10 y 11de noviembre. Se trata de un rescate cultural y una propuesta diferente, difícil de encontrar en otra parte.
Laguna Blanca tiene un poblado muy pequeño, un caserío en el medio de la Reserva. La lana que se saca se va poniendo en baldes que luego alguien vacía para clasificar el material. Algo de ello se queda la gente del lugar, algo de ello es vendido a otros artesanos, que hilarán luego los tejidos que se ofrecen en la provincia.
Belén es el más antiguo de los territorios de la actual Provincia de Catamarca. La reserva está en ese departamento. Allí, en Laguna Blanca, hay algunas casas de familia que ofrecen alojamiento. Fuera de la Reserva, las localidades más cercanas son: El Peñon, Barranca Larga (60 km) y Villa Vill (80 km aprox.). También, Belén y Hualfín.
¿Sabías que…
esta zona de la provincia es conocida como la cuna del poncho? Aquí se tiñen y tejen hermosas prendas que luego encandilan al resto del mundo. Los colores son naturales, con técnicas igual de ancestrales que el chaku. Los árboles, las plantas, la tierra, los yuyos, todo da un color y los artesanos del lugar conocen el secreto para fusionarlos en sus tejidos.
