Lo que vemos en portada es el Río Collon Cura, desde la famosa Ruta 40, camino a Junín de los Andes. Anduvimos por esa región neuquina y queremos compartirles algunas de las bellas imágenes que nos deleitaron. Hay una canción de Jorge Drexler que dice: «Amar la trama más que el desenlace» y nosotras podríamos afirmar que tiene mucho de cierto. El placer no es sólo llegar a destino; el placer es mirar cómo cambian los colores, las luces, la vegetación a medida que avanzamos.
A esta región, de septiembre a marzo llegan viajeros de todo el mundo, ávidos por hacer avistaje de aves.
También nos maravillamos con el Lanín y las nubes en su cima. Emblema de la provincia, este volcán se ve glorioso e imponente ¿no? Mirá:
A cinco kilómetros de Junín, también disfrutamos de las postales que nos regala el Río Malleo, un lugar que aman los pescadores porque allí se encuentra la trucha arco iris.
En el mismo recorrido, camino al paso Pino Hachado, no pudimos de dejar de tomar fotos de las araucarias. El Pehuen – así la llama el pueblo mapuche- es uno de los árboles más increíbles que hay.
Y tuvimos suerte: cruzamos a los rebaños. En otra nota te hablamos de la trashumancia. Ahora te mostramos todo eso que vimos en vivo y en directo, y nos dejó en -can-ta-das: la veraneada
¿Vos tomás fotos de la ruta?¿Qué paisajes llaman tu atención?
Ah, antes de que nos olvidemos, acá te compartimos una vez más los secretos de la trashumancia:
