En Almagro, el Molino Dorado se posiciona como uno de los favoritos del barrio. Dimitri Svetlichniy y su madre Irina llegaron a la Argentina en 1998 y diez años más tarde abrieron el restaurante. Al principio sólo ofrecían minutas y parrilladas, pero poco a poco y a pedido de los comensales, el menú tiene únicamente platos típicos de la cocina rusa.
El restaurante es muy modesto, pero sumamente acogedor. Las paredes están decoradas con objetos sovíeticos, banderas rusas y banderines del ejército ruso. Para los amantes del vodka, éste lugar es su paraíso. El Molino Dorado ofrece más de 30 variedades de vodka, que se exhiben en la barra principal. Entre la decoración y la vajilla, se pueden ver las matrioshkas, artesanías tradicional del país.
Te recomendamos para la entrada pedir una «borsch», una sopa de remolacha, vegetales y crema que es increíble. Como plato principal, los pelmeni, una pasta rellena de carne, cubierta de crema agria y eneldo; o niños envueltos rusos también conocidos como «golubtsy», que consiste en hojas de repollo rellenas de carne de ternera o cerdo ¡Manjar! ¿Y el postre? «Blinis», claro. Son muy parecidos a los crepes o panqueques que solemos comer. Pueden ser de miel o (para golosos) rellenos de ricota, miel y crema.
Acá te dejamos más platos para saborear ¡Mirá!
¿Cómo llegar?
Me encanta la comida rusa.