La visito cuatro veces y con eso alcanzó para que los fashes apuntaran para acá. Se trata de una villa balnearia en el partido de Dorrego y se llama Marisol.
Su primer viaje fue en 1983. Luego fue tres veces más en la década del 90. Allí, en tiempos en los que las redes no existían, encontró tranquilidad.
La playa está entre entre médanos y la ribera del Quequén Salado y tiene en las cercanías una curiosidad: el balneario Oriente, que hace años fue cubierto por las dunas y de eso quedan algunas casas que pueden verse abandonadas.
Pero, claro, el mito pasa por el Diez. Hoy todavía se recuerdan esos días que marcaron la historia de lugar y acá te mostramos algunas fotos más de esta hermosa playa: