Protagoniza leyendas, genera admiración y, en algunos, miedo. Es un perseguido por los cazadores que no escarmientan y desoyen lo que la naturaleza les grita: que hay que respetarlo a él y a su casa. El yaguareté es una especie en extinción. Hoy en Argentina quedan menos de 250. Su paso habla de un refugio: si él, el felino más preciado de nuestras tierras, camina por ahí, significa que es un ambiente sano, un lugar que todavía le sirve al resto de los animales.
¿Por dónde podemos seguir su rastro? En el norte del país, en áreas protegidas como los Parques Nacionales Iguazú (Misiones), Calilegua (Jujuy), Baritú y Reserva Nacional El Nogalar de los Toldos (Salta) y PN Copo (Sgo. del Estero). Por su importancia y su riesgo, en 2001 lo declararon Monumento Natural Nacional. En todas esas regiones vive en libertad y cuidado. Si viajás hacia allí, vas a poder experimentar la tierra de, como dice su nombre en guaraní, «la verdadera fiera». En todos los parques de esa zona del país hay actividades que buscan ser amables con el medio ambiente y que ofrecen la posibilidad de conocer el ambiente y las costumbres de los pueblos originarios que sí pudieron convivir con ellos en armonía.
Y si querés conocer esta movida para poder salvarlo en toda América Latina, acá te dejamos este link en el que podés tomar acciones para rescatar al rey: LINK
Cazadores furtivos y traficantes de fauna están en todos los países de América Latina, para traficar a Oriente (China, Thailandia, etc) partes, huesos, pieles y comillos.
Defendamos nuestra fauna de estos asesinos.