Esquel, en la provincia de Chubut, ofrece en esta época del año unos paisajes de ensueño. Naturaleza que explota en forma de árboles multicolores y lagos que se reflejan tonalidades que hacen suspirar al espíritu más rudo.
Paseemos un poco:
Cerro La Hoya: está a 12 kilómetros de Esquel. Ahí funciona el Centro de Actividades de Montaña La Hoya. Hay actividades para toda la familia y paisajes que cortan el aliento.
Cerro Cónico: Como en la foto de portada, acá vemos otra imagen fantástica del lago Baguilt, parte del Área Natural Protegida Lago Baguilt. Al pie del Cerro Cónico (límite natural con Chile), se trata de un lago manso, ideal para descansar. Pero no se agota ahí la belleza de esta localidad patagónica. Para acceder se debe pedir autorización al Guardafauna de la Reserva. Se va en 4 x 4 y con guía.
La Trochita: Es uno de los pocos trenes a vapor que quedan en el mundo en funcionamiento. Recorre 18 km por tramo y tiene una duración total de 3 hs. Va hasta la estación Nahuel Pan, el lugar de residencia de una comunidad Mapuche Tehuelche.
Viñedos: Esquel tiene sus viñedos, que forman parte de la Ruta del Vino de la región. Es posible hacer visitas a las bodegas y disfrutar de sabores y paisajes. En esta época, las uvas están maduras, así que es ideal para conocer los secretos de la producción de vino local.
Piedra Parada: Se trata de una piedra de origen volcánico de 210 metros de altura que se impone y desafía a los aventureros. Gualjaina, a 90 km de Esquel, es el último punto con servicios camino a la zona del área protegida de Piedra Parada, que está 30 km más allá, hacia el Este.
¿En qué podés llegar?
En avión, desde Buenos Aires, por Aerolíneas Argentinas. En micro, desde varios puntos del país. En auto, por dos de sus vías de acceso principales: la Ruta 40, desde el Norte y el Sur, y la Ruta 25, si llegás desde el Oeste. Está a 1965 kilómetros de Buenos Aires.
