Hoy que todo se pinta de verde, ¿cómo distinguir a un emprendimiento realmente ecológico de otro que no lo es? En esta nota, algunas claves para no dejarte engañar.
Ahora que todo lo que lleve el prefijo eco lleva las de ganar, a no engañarse: no cualquier hotel es realmente eco y aquí te pasamos las claves para separar paja de trigo. Porque, sabelo, no por estar rodeado de un hermoso paisaje virgen un lugar es necesariamente ecológico. En realidad, el cuidado por el medio ambiente y el compromiso verdadero con la naturaleza va mucho más allá de la ubicación y comprende cosas que quizá ni siquiera te hayas imaginado hasta ahora.
Pero, ¿la locación cuenta? Sí, claro. Un verdadero eco hotel no es entonces uno instalado en medio de una gran ciudad y rodeado de gente sino que se ubica en un lugar de preferencia aun no sometido a la acción humana o en el que, por lo menos, el entorno original se mantenga intacto. Además, la construcción del edifcio debe responder a los principios de la llamada arquitectura bioclimática, un modo de construir que busca aprovechar al máximo factores como relieve, clima y vientos para reducir al mínimo el gasto energético,
¿Un ejemplo? Un hotel realmente eco usa el desplazamiento del sol para mantener las habitaciones con buen clima a lo largo de todo el día (lo que evita el uso de aire acondicionado o de estufas) al tiempo que aprovecha al máximo la luz natural, reduciendo también el uso de electricidad. Y aquí va otro dato a tener en cuenta: los hoteles verdes usan bombillas de bajo consumo, tarjetas para controlar el gasto de electricidad y también mecanismos para evitar el desperdicio de agua.
Y, hablando del agua: los eco hoteles suelen contar con algun mecanismo para recoger agua de lluvia y usarla en todas las actividades del hotel. También tienen un mecanismo de tratamiento para las aguas servidas, de modo que su impacto en el medio sea el mínimo posible. Muchos cuentan incluso con paneles solares para aprovechar esa energía y no tener que recurrir a la electricidad o a la energía fósil para que el hotel funcione.
Del mismo modo, y como la consigna de “Reducir” se toma muy al pie de la letra, los eco hoteles ofrecen a sus huéspedes diversos modos de trasladarse sin necesidad de emitir gases contaminantes para hacerlo. Bicicletas, botes y muchos otros tipos de medios de transporte de bajo impacto están a la orden del día y se anima incluso a los turistas a recurrir al transporte público para desplazarse por el lugar.
La comida es otro rubro clave en los hoteles realmente eco. ¿Por qué? Porque trabajan con verduras y hortalizas frescas de su propia huerta o bien obtenida de productores locales. De ese modo, el costo ambiental del traslado de las materias primas hasta su lugar de destino (consumo de combustible fósil, emisiones de carbono) se reducen a cero. Y eso por no mencionar que los productos locales son justamente los que hacen de cada viaje una experiencia única, ¿O quién volvió a comer manzanas o peras tan deliciosas como las que se producen en el alto valle del Rio Negro?
¿Otro dato clave para saber si el hotel que elegiste es verdaderamente respetuoso del ambiente? Fijate en cómo se relaciona con la comunidad en la que está inserto ¿Qué dicen los locales del hotel? ¿Respeta el hotel sus costumbres, sus leyes, sus modos de vida?¿Se integra al lugar al que llegó o, muy por el contrario, les da la espalda a los pobladores, sólo ve al paisaje como un bonito decorado y se desentiende por completo del destino de las personas? En ese caso, que se quede claro: no es un hotel verdadera y honestamente sustentable ni ecológico.
Repará también en otros mil pequeños detalles que te van a ayudar a salir de dudas. Por ejemplo: ¿las amenities vienen en sachets o en dispenser? Porque en los sitios que realmente se preocupan por la naturaleza evitan los plásticos y van por la última opción. Revisá también si tienen algun programa de reciclado de desechos, si tienen alguna acción que beneficie al sitio en donde funcionan y repará, incluso, en algo más evidente. Cuando lo mirás, ¿sentís que el hotel está casi “mimetizado” con el paisaje? En los hoteles cien por ciento eco friendly esto es casi de rigor: recurrir a materiales naturales y no alterar demasiado el entorno. Estar ahí pero casi sin que se note, de eso se trata todo.
¿Sabías que…
Las pocas empresas que certifican hotelería ecológica y que tienen prestigio internacional suelen cobrar muy caras esas certificaciones? Por eso podés toparte con hoteles totalmente verdes pero sin ningún documento que certifique esa situación.
