Tirolesas, lo sabemos, hay muchas y en todos lados: en Tigre, en Córdoba, en la Patagonia. Pero esta es especial porque propone una extensión y unas vistas únicas. ¿Te animás?
Como te imaginarás, la tirolesa –o tirolina, o dosel, o canopy- debe su nombre a su lugar de origen: la zona del Tirol, en Suiza, en donde el relieve montañoso alguna vez puso a sus habitantes a imaginar un modo veloz de comunicación que obviara andar trepando y bajando montañas. Y lo encontraron en este cable tenso (hoy de acero, antes simples sogas) por el que se desliza una suerte de roldana a la que va amarrado el eventual pasajero, armés de por medio.
Pero, aclaremos, en ese momento la tirolesa no era un modo de entretenimiento sino una necesidad. Fue después, con los años, que encontró su camino hasta convertirse en lo que es hoy: una de las opciones preferidas por los que practican el llamado “turismo activo” o de aventura, en donde la idea es disfrutar de los paisajes realizando actividades al aire libre. ¿Y qué mejor actividad que deslizarse por un cable mientras sentís el vientito en la cara y contemplás los más bellos paisajes?
De hecho el nombre de “dosel” con el que también se denomina a la tirolesa se debe a un biólogo americano que solía montar cables tirantes en medio de selvas y bosques para poder investigar bien de cerca las copas de los árboles o “dosel arbóreo”. Por eso también a este deporte se lo llama canopy: porque la traducción es canopeo, que es como se llama a la zona de las copas y ramas. Después, alguien advirtió las potencialidades de ese dispositivo si se lo aplicaba al entretenimiento y…¡Voilà! La tirolesa había nacido.
¿Cómo es la más extensa de la Argentina y dónde está ubicada? Se encuentra en Tucumán, más precisamente en el cerro San Javier, que queda a 65 kilometros de la capital provincial. Allí también destaca una escultura gigantesca de Jesús conocida como el Cristo Bendicente y es justamente desde allí desde donde arranca la tirolesa: desde la espalda de la monumental obra del artista tucumano Juan Carlos Iramain desde donde, dicen, en los días despejados se ve una de las vistas más bellas de “mi Tucumán querido”.
La tirolesa recorre un total de medio kilómetro sin interrupciones y esto es lo que la vuelve tan especial. El resto de las tirolesas del país pueden completar distancias aún más largas pero lo hacen en tramos. Esta no: una vez que arrancás, ya no hay pausa hasta tocar de nuevo tierra.
El recorrido toma casi tres minutos y la primera parte, dicen los audaces que ya la disfrutaron, la cosa se pone de veras veloz y alcanzás los cincuenta kilómetros por hora. Mientras vas mirando el verde a tus pies y el cielo celeste, el tiempo pasa y cuando te querés acordar ya estás nuevamente en tierra, sano y salvo, aterrizado en la calle 13 de la localidad de San Javier, justo en el edificio municipal. Tirarte por esta tirolesa cuesta $ 100 .
El nombre de esta maravilla tucumana (inaugurada a mediados de 2017) es Amanay y, según explicaron los dueños del predio, desde la idea hasta la concreción de la tirolesa más larga de la Argentina pasaron muchos chequeos y controles. No es casual: toda tirolesa exige un nivel de control muy alto para que todo resulte bien y los controles deben ser también permanentes porque –por ejemplo- a medida que el tiempo pasa los sitios en los que se fijan los extremos del cable de acero pueden comenzar a aflojarse y derivar en accidentes. Lo que lamentablemente no existe aún en nuestro país es una agencia nacional de control que se aboque a este tipo de actividades.
En cuanto lo que se necesita para poder disfrutar de esta experiencia, la edad es una: las tirolesas no admiten niños menores de 4 años, personas que pesen menos de 40 kilos, gente con antecedentes cardíacos o sobre peso. Tampoco se admiten bebés cuyos padres quieran hacer tirolesa con ellos en brazos, porque es ilegal.
¿Te atrae la idea de probar este deporte pero el coraje tampoco te da como para animarte a la más larga del país? Podés ir probando antes en doseles con trayectos más acotados. Si estás en el sur, más concretamente en la zona de Bariloche, podés animarte en el Canopy Adventure Bariloche (http://www.canopybariloche.com/) , un centro que propone “volar sobre los árboles” y cuenta con 10 plataformas ubicadas en las copas de los árboles. El costo con transporte hasta el centro ronda los $ 1.000 y si hacés todo el circuito, habrás completado un total de kilómetro y medio en tirolesa y vas a recibir un Certificado de Coraje. ¿Qué tal?
¿Sabías que…
La tirolesa más grande del mundo está en los Emiratos Arabes, recorre casi tres kilómetros en tres minutos y va a una altura de 1600 metros? ¡Sólo para valientes!
gracias por la info , muy buena!!!
Muchas gracias, Enrique!
Buenos dias.
Hay que solicitar con antelacion para ir?