
Parece una postal antigua, con pinceladas del futuro: como en la década del 70, los autocines vuelven a reunirnos, pero ahora hay personas con uniformes como astronautas que nos toman la fiebre. Como sea, es la manera que encontramos de poder disfrutar del cine en pantalla grande y quien arrancó la movida es San Isidro, en el predio de Alvear y el Río.
Las medidas sanitarias fueron así, según cuentan en el gobierno de San Isidro: «personal de seguridad del municipio de San Isidro y del restaurante Malloys, donde se inauguró el autocine (…) tomaban la temperatura a cada asistente, hacían pasar los autos por debajo de una cabina sanitizante, y los ubicaban en el pasto demarcado a una distancia que, también, estuvo protocolizada. Es decir: de dos metros para el costado y cinco hacia adelante».
El protocolo para los asistentes indica que deben:
-Llevar un kit de desinfección (alcohol en gel o similar)
-Circular con las ventanillas abiertas o, de no ser posible, con equipo de aire acondicionado en ventilación
-Adquirir las entradas con antelación (no en el lugar del evento).
-Llevar tapabocas
Los nuevos modos llegaron, pero eso no nos impide disfrutar de otras maneras ¿Fuiste alguna vez a un autocine?