Argentina cuenta con 45 áreas protegidas a lo largo de su territorio, abarcando no sólo parques nacionales (PN) sino también reservas naturales (RN). Son áreas, a menudo muy extensas, en donde la naturaleza original de ese territorio permanece inalterada. Cada área protegida es como una imagen, sonora y animada, de cómo alguna vez fueron en Chaco, los palmares, la yunga. ¿Y quién no soñó alguna vez con veranear ahí?
La buena noticia es que se puede porque casi todos los parques nacionales cuentan con un área de camping organizado, además de zonas de camping libre en donde podés armar tu carpita sin que nadie te moleste. Aquí seleccionamos cuatro de esos destinos intactos. ¿Armamos la mochila?
Parque Nacional El Palmar
Ubicadas al este de Entre Ríos y sobre la costa del Uruguay, estas 8.500 hectáreas son uno de los pocos lugares en donde podrás apreciar en toda su belleza los palmares originarios de esta zona, hoy destruidos por la agricultura y la ganadería industriales. La palmera que aquí se preserva es la yatay, que llega a medir doce metros y a vivir…¡cuatrocientos años! Hay además pastizales, una zona de bosque y sobre todo una cantidad de pájaros que te va a sorprender. Pensá que (de las 1.000 especies de aves argentinas) más de la mitad se dan en Entre Ríos y 250 están en este parque. ¿Consejo? Llevá binoculares, cámara y cargador, porque no te van a dar los ojos para disfrutar de tanta maravilla.
Atractivos: ¡Todos! Hay cinco senderos peatonales, uno de los cuales (el Yatay) puede recorrerse incluso con silla de ruedas. No dejes de visitar ni los Miradores (son ideales para disfrutar por ejemplo de la puesta de sol entre los palmares) ni los Observatorios de aves. Estos son casitas con ventanas y pintadas de los mismos colores del alrededor. Hay dos: el Del Bosque y el Del Pastizal, y ambos están camuflados en los sitios adonde los pájaros nidifican.
Datos: Teléfono del PN El Palmar: (03447) 493- 053/049. Hay un camping organizado con parrillas, sanitarios y proveeduría. Además hay un restaurant.
Parque Nacional Chaco
Son casi 15.000 hectáreas al este de Chaco (y a poco más de 100 km de su capital, Resistencia) que resguardan el monte chaqueño como alguna vez fue: vibrante de vida y de colores, saturado de pájaros y de pequeños mamíferos, amaneciendo cada día con los gritos del carayá o mono aullador. En el Parque Nacional Chaco todo (hasta los bosques de quebracho colorado que la compañía La Forestal taló hasta casi el desmonte completo) sigue aquí, se ve de maravillas y viajeros de todo el mundo se acercan a conocer cómo era el Edén que alguna vez tuvimos.
Atractivos: Lagunas, bañados, arroyos, todo combinado con loros coloridos (esta es la tierra natal del famoso loro hablador), tucanes, cotorras y pájaros de canto celestial. Podés cruzarte incluso con un guazuncho (una especie de cervatillo), monos de pelaje renegrido, yacarés y tanto más. Si sos de los que aman la selva, éste es tu destino.
Datos: Teléfono: ( 03725)-499161. E-mail: chaco@apn.gov.ar. El Parque Chaco cuenta con un sector de acampe organizado y también con la posibilidad de hacer camping libre. Hay además varios senderos para recorrerlo (en algunos de ellos podés incluso entrar en contacto directo con los animalitos de las lagunas Carpincho y Yacaré), un mirador en el estero El Totoral y la posibilidad de visitar los asentamientos tobas y mocovíes próximos al área protegida.
Parque Nacional Los Alerces
Fue creado en 1937 para preservar al alerce o lahuán, el segundo árbol más longevo del mundo. Son 263.000 hectáreas de bosque andino patagónico ubicadas al oeste de Chubut y sobre el límite con Chile. El parque abarca varios lagos bellísimos, un lago artificial (Amutu Quimey o Belleza perdida, porque para crearlo debieron ahogar a un bosque que aún se puede ver desde la orilla), especies típicas como el cohiue o el ñire y, claro, un soberbio alerzal en el que reina un alerce de más de 2600 años: el Alerce Abuelo.
Atractivos: No te pierdas de caminar por los senderos y llevá binoculares: si detectás algun huemul (una suerte de ciervo patagónico cazado casi hasta la extinción pero aun presente en el parque), avisá a los guardiaparques para que registren el avistaje. Recordá que en el parque hay también un alero con pinturas rupestres que emociona ver porque da cuenta de que hubo humanos viviendo aquí hace más de tres mil años.
Datos: Teléfono: (02945) 471 005/105. El parque cuenta con veinte senderos distribuidos en tres zonas: norte, centro y sur. En todas estas áreas hay campings organizados y existe una suerte de pequeña ciudad con una proveeduría, atención médica y demás en medio del parque: Villa Futalaufquen.
Parque Nacional Monte León
Queda al sur de Santa Cruz, representa a la costa y la estepa patagónica y es el único parque nacional costero de nuestro país, creado en 2004. El nombre se debe a que, por acción del viento, un detalle del paisaje adquirió la forma de una esfinge o figura con cabeza de león. Acampar en este parte es sin dudas la mejor manera de sumergirte en una versión de la Patagonia que nada tiene que ver con lo que ya conocés (ésa de los lagos, los bosques y las nieves) y es la que alguna vez Darwin definió como “un lugar maldito por Dios”. Pero si te gusta el mar, el viento y la naturaleza salvaje, éste es tu destino, definitivamente.
Atractivos: Hay pingüineras, en el Cañadón de los Guanacos podés tomar maravillosas fotografías de estos animales y, cuando la marea baja, podés adentrarte doscientos metros mar adentro, viendo moluscos y paisajes que suelen permanecer fuera de nuestra vista. Hay además enormes colonias de cormoranes y también zonas de nidificación que invitan a retratar a las aves sin molestarlas.
Datos: Teléfono: (02962) -498184. E-mail: monteleon@apn.gov.ar. El lugar cuenta con tres miradores, senderos y un campamento organizado con agua caliente, parrillas, etc. Se puede hacer camping libre pero asegurate de que tu carpa resista vientos de más de 60 km/hora.
¿Sabías que…
en varios parques nacionales no se permite el ingreso con animales domésticos? Por eso, mejor, llamá por teléfono antes de hacer tu visita y averiguá si aceptan o no pichichos.