Los Antiguos: Bienvenidos al Paraíso

Los Antiguos: Bienvenidos al Paraíso

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Foto: losantiguossantacruzpatagonia/Facebook

Un valle encantado adonde, en el pasado,  los habitantes originales de la Patagonia se retiraban a vivir sus últimos años. Por eso precisamente se llama Los Antiguos y por su clima suave, sus cielos azulados y su increíble producción de flores y frutas es la clase de sitio que uno no debería dejar de conocer.

Los aoniken, antiguos habitantes de estas tierras, llamaban a este sitio con un nombre que en su lengua original significa “mis antepasados”. Es un valle con clima más que benévolo, a orillas del lago más límpido y grande de la Patagonia: el Buenos Aires, en el extremo noroeste de Santa Cruz y no lejos del límite con Chubut. Hoy el valle y la localidad que lo preside se llaman igual que hace cientos de años, sólo que la lengua es otra y la traducción más fiel a aquella expresión  tehuelche es, justamente, “los antiguos”.

Foto: losantiguossantacruzpatagonia/Facebook

Visto al llegar, Los Antiguos es un pueblo pequeño y tranquilo como otros de esta parte de la provincia, sí, pero bello como él solo. Llaman la atención la cantidad de árboles que hay aquí, altísimos y copudos. También sorprende el azul impecable del cielo y las montañas a lo lejos. Si uno llega en octubre, el impacto será absoluto: la ciudad estará completamente blanca pero no de nieve sino de cerezos en flor. El aire marea y acuna, de tanto perfume.

Pero eso no es todo: en esta época del año, al viajero que llegue a Los Antiguos  lo recibe también un inesperado  mar de tulipanes: rojos, blancos, amarillos, todos bailando al compás del viento que sopla sobre el lago. Están en campos que parecen haber sido traídos directamente de Holanda aquí. Al sur.

No es casual: esta zona fue destino de muchas familias inmigrantes llegadas directamente de Europa a la Argentina, y lanzadas a la Patagonia a poco de llegar. Los bravos pioneros fueron los galeses. Después, ya en la década del veinte, la colonia agrícola Leandro Alem marcó la instalación en la zona de muchas otras familias llegadas del otro lado del mar.

Foto: losantiguossantacruzpatagonia/Facebook

Trajeron con ellos sus idiomas, sus instrumentos musicales (gaitas, por caso) pero también sus semillas, sus bulbos de tulipán y sus modos de cultivar. Nunca dejaron de tener una intensa y única relación con la tierra, y es por eso que 420 hectáreas de chacras rodean a este pueblo con pocas cuadras céntricas, una avenida principal (la 11 de julio) y menos de 4.000 habitantes, según el último censo nacional.

¿Qué se puede hacer entonces allí? Literalmente de todo, pero tal vez lo más obvio sea también lo más placentero. Esto es, perderse entre la arboleda y salir (en auto o a pie) a recorrer algunas de las chacras familiares de la zona. En varias de ellas la visita incluye una guía completa y super interesante a cargo de los dueños de casa (que te cuentan qué siembran, desde cuándo y cómo lo hacen) pero también –si llegás en temporada- la posibilidad de cosechar frutillas, grosellas o cerezas. La fruta fina se da de maravillas en este lugar.

Foto: losantiguossantacruzpatagonia/Facebook

Como en varias de las chacras funciona además una elaboradora de dulces, se puede –luego del recorrido por los cultivos- ver cómo y quiénes preparan jaleas, dulces y otra delicia típica de esta region: los chutneys. Estos son una herencia de la cocina inglesa (que los tomó de la India) y se caracterizan por combinar frutas como manzanas o frutos rojos con verduras como, por ejemplo, la cebolla morada o los ajos. Se los cocina junto a muchas especias y el resultado es una delicia ideal para acompañar carnes de todo tipo.  Y lo mejor es que como cada familia suele tener “su” propia y secreta receta, no hay dos chutneys iguales. Por eso, ante la duda, mejor traerse un frasco de cada uno y ya.

Claro que además de perderse entre los sembrados, también vale la pena revisar los canteros. Literalmente, en Los Antiguos se dan flores “de otro mundo” porque muchas de ellas (de nombres curiosísimos) fueron traídas directamente de Europa y no se dejan ver en muchos otros lugares. Hay pues que hacerse amigo del amable antigüense dueño del lugar y pedirle o comprarle algunas semillas, un brote, un bulbo. Y rezar a que el milagro del valle se repita cuando lleguemos a destino.

¿Qué más se puede hacer allí? El trekking y el ciclismo son dos excelentes alternativas para los que no gusten demasiado de la pesca, que en el lugar se practica muchísimo y con razón. Hay abundancia de truchas marrones y arcoíris, y se puede pescarlas con mosca tanto en el río Los Antiguos como en el Jenimeni. Pero también para los interesados en la historia y en la antropología hay opciones: no lejos de la ciudad, en el cañadón del río Pinturas, se encuentra la famosa Cueva de las Manos, declarada por la UNESCO en 1999 Patrimonio Cultural de la Humanidad. Las pinturas rupestres aún conservadas fueron realizadas por grupos de cazadores recolectores hace más de diez mil años.

Foto: losantiguossantacruzpatagonia/Facebook

Para los que quieran algo bien tranquilo, nada como salir a caminar sin rumbo fijo por los bosques que conservan la vegetación original del lugar y que, desde luego, no tiene nada que ver con las coníferas alguna vez importadas. Los árboles aquí son ñires y lengas. También se puede visitar un mirador precioso que permite contemplar el pueblo y sus alrededores. Se llama Mirador Uendeunk y está decorado con la estatua de un tehuelche, porque para este pueblo ése (uendeunk) era el nombre de una suerte de duende protector de los nacimientos.

Y eso por no mencionar lo que tal vez sea uno de los atractivos menos evidentes de lugar: su cocina. En efecto, aquí en Los Antiguos se come riquísimo y auténtico. Y no importa si es cordero, pescado o alguno de esos dulces tan de este lugar como el de ruibarbo, fruto traído directamente desde Europa por las bisabuelas galesas: todo es delicioso. ¿Sitios para recomendar? Viva el viento, en  el 447 la avenida 11 de julio, y La Terminal, en Tehuelches 157. En cualquiera de los dos lugares el estofado de cordero es, casi, obligatorio. Y tan inolvidable como esta ciudad, tan parecida al Paraíso.

¿Sabías que…

Los Antiguos es la Capital nacional de la cereza y todos los años, en enero, tiene lugar su fiesta típica? Hay degustaciones, todo tipo de actividades y, claro, también elección de una reina.

1 Comentario

  1. Super interesante el dato
    Puden algun documento para pasar de Chile Chico a los antiguos???
    Es muy caro para hospedarse???
    Agradeceria informacion
    Gracias
    Saluda Atte.
    Cecilia

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