Bosque sumergido, la otra cara del lago Traful

Bosque sumergido, la otra cara del lago Traful

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Foto: 101lugaresincreibles

Desde la costa, el lago Traful en la provincia de Neuquén se ve como cualquier otro lago de la región: un espejo perfecto, un cristal precioso que refleja los picos nevados de la montaña. Además, tiene un famoso mirador a 102 metros que deja contemplar el agua y su contraste con la inmensidad del valle. Sin embargo, hay otro paisaje que se pasa de boca en boca entre los viajeros, una región poco explorada que en muchos despierta fantasías y en otros, el deseo ardiente de conocer. Hablamos del bosque sumergido donde árboles que siguen en pie a treinta metros de profundidad forman un paisaje de película. Mirá:

Mariano Srur cumplió un sueño que tenía pendiente: el de nadar entre esos troncos que resisten en lo profundo. Lo hizo en febrero de este año y este es su recuerdo fotográfico. 

Son unos 40 cipreses en pie que asoman desde el fondo y se conservan gracias a la poca contaminación y las bajas temperaturas. Villa Traful se encuentra dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, a 400 kilómetros de Neuquén.

«Conozco el lugar desde que tenía 8 años, porque navegaba el lago durante el verano cuando visitábamos a unos amigos de mi familia en Villa Traful. Todavía recuerdo cómo me maravillaba cuando veía aparecer esos árboles fantasma desde el fondo. El agua siempre fue tan transparente que parecía además que flotábamos sobre ellos», dice Mariano.

Febrero fue ideal para esta excursión, explica Mariano: «Fui a fotografiarlo hacia fines de febrero, cuando el lago está en su punto más bajo (o sea que los árboles están más cerca de la superficie) ya que hicimos snorkel; y también es una época que la capa de agua superficial está más templada debido al calor acumulado a lo largo del verano».

Viajó con amigos. «El plan era simple: bajar el bote en Villa Traful y navegar el lago hacia el bosque sumergido, una vez ahí bucearíamos con trajes de neoprene y en apnea», explica.

¿Y cómo fue que estos cipreses quedaron bajo el agua? Fue por un terremoto que hizo temblar la zona en 1960 y que ocasionó el deslizamiento de la ladera del cerro Bayo. Ahora quedan a centímetros de los otros, que sobrevivieron a la sacudida y siguen firmes y verdes en la superficie.

Para hacer la excursión hay que estar preparado, y realizarla en lo posible con guías especializados. Hay zonas donde el abismo se presenta de repente.

 

Ahí se ve el contraste, el azul fantasmal contra la frescura del bosque.

Srur cuenta sus experiencias por el sur en su blog y en su cuenta de Instagram.

 

 

 

 

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